Alguna vez leí que "en el resto del mundo, a 40 días seguidos de lluvia le llaman diluvio o catástrofe, los noruegos le llamamos verano". Así que nosotros viajamos al sur, en busca de sol y calor. Y sí, disfrutamos de un clima agradable durante nuestras vacaciones. Sin embargo, en Noruega no llovía; por el contrario, la gente se estaba asando.
Es increíble cómo la sensación térmica puede cambiar tanto de un lugar a otro, yo por ejemplo, siento que no es lo mismo 30° en la playa, que más de 24°, ya me resultan difíciles de manejar, y no es sólo que cambie el contexto (donde la playa significa vacaciones y Kolvereid ek diario vivir), no, es que en efecto se percibe muy diferente en un lugar que en otro, pues influyen la inclinación del sol, la fuerza y la dirección de los vientos, etc.
Además, hay que tomar en cuenta que la casas aquí están hechas para amortiguar el frío, y en realidad eso intensifica el calor en interiores. Las casas son de madera, con paredes rellenas de material aislante del frío y la humedad. Las ventanas no son muy grandes. Las salas de estar suelen tener ventanales, pero el resto de las habitaciones tienen sólo una pequeña ventana en promedio; claro las construcciones más recientes, que tienen sistemas de calefacción más eficientes, también se dan el lujo de tener ventanas más grandes. Finalmente, aunque un considerable porcentaje de personas son muy altas, las casas tienen techos unos 10 cm, más bajos que en México. Diez centímetros no parece mucho, pero si sumamos todos los factores, el resultado es que las casitas se convierten en un auténtico hornito.
El calor en Noruega se vio reflejado en sucesos extraordinarios que incluso ocuparon los encabezados de los periódicos: "Récod histórico de venta de helados, cerveza y agua", "La gente no puede dormir", son algunos ejemplos.
Utepills significa tomar cerveza en el exterior. |
En la familia, quien más sufrió el efecto del calor fue mi pobre suegra. A ella de por sí le cuesta muchísimo trabajo manejar el calor en cualquier latitud donde se encuentre. También le es difícil alejarse de su territorio, ya no digamos de su casa, de su cocina. A pesar de esto último, llegó a estar tan harta contempló la posibilidad de mudarse a Svalbard (el archipiélago del polo norte cuyo territorio es mitad ruso y mitad noruego), para gozar de un clima más fresco.
Menos mal que los calores más intensos duraron sólo una semana. Tras esa semana, disminuyeron notablemente las quejas, a excepción quizá de los problemas de sueño generados por el exceso de luz y agravados en esta ocasión por las noches calurosas. De cualquier modo, la gran mayoría de los habitantes de Noruega nos hemos dedicado a disfrutar del sol, del calor, de los días de pesca, de las parrilladas y del "utepills".
Yo por mi parte declaro que este ha sido sin duda el mejor verano de los cuatro que me han tocado vivir en este lado del mundo. Y como si esto fuera poco, el buen clima continuará hasta mediados de octubre, claro con un poquito más de viento y lluvia, pero ¡qué maravilla!
Si quieren practicar su noruego, pueden leer una de las notas del Trønderavisa dedicadas al "Supersommer":
Rekordsalg av iskrem og drikkevarer (Récord de ventas de helados y bebidas)
15 de agosto de 2014
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