sábado, 1 de noviembre de 2014

El "supersommer" 2014

En Noruega estamos viviendo el verano más caluroso de lo que va el siglo. Días soleados, altas temperaturas que llegaron a superar los 35°. Este último dato, no tuve oportunidad de comprobarlo de forma empírica, porque a mí no me tocó vivirlas. Nosotros nosotros estábamos de viaje por el sur de Europa, huyendo de los lluviosos veranos noruegos.

Alguna vez leí que "en el resto del mundo, a 40 días seguidos de lluvia le llaman diluvio o catástrofe, los noruegos le llamamos verano". Así que nosotros viajamos al sur, en busca de sol y calor. Y sí, disfrutamos de un clima agradable durante nuestras vacaciones. Sin embargo, en Noruega no llovía; por el contrario, la gente se estaba asando.

Es increíble cómo la sensación térmica puede cambiar tanto de un lugar a otro,  yo por ejemplo, siento que no es lo mismo 30° en la playa, que más de 24°, ya me resultan difíciles de manejar, y no es sólo que cambie el contexto (donde la playa significa vacaciones y Kolvereid ek diario vivir), no, es que en efecto se percibe muy diferente en un lugar que en otro, pues influyen la inclinación del sol, la fuerza y la dirección de los vientos, etc.






Además, hay que tomar en cuenta que la casas aquí están hechas para amortiguar el frío, y en realidad eso intensifica el calor en interiores. Las casas son de madera, con paredes rellenas de material aislante del frío y la humedad. Las ventanas no son muy grandes. Las salas de estar suelen tener ventanales, pero el resto de las habitaciones tienen sólo una pequeña ventana en promedio; claro las construcciones más recientes, que tienen sistemas de calefacción más eficientes, también se dan el lujo de tener ventanas más grandes. Finalmente, aunque un considerable porcentaje de personas son muy altas, las casas tienen techos unos 10 cm, más bajos que en México. Diez centímetros no parece mucho, pero si sumamos todos los factores, el resultado es que las casitas se convierten en un auténtico hornito.

El calor en Noruega se vio reflejado en sucesos extraordinarios que incluso ocuparon los encabezados de los periódicos: "Récod histórico de venta de helados, cerveza y agua", "La gente no puede dormir", son algunos ejemplos.

Utepills significa tomar cerveza en el exterior.

En la familia, quien más sufrió el efecto del calor fue mi pobre suegra. A ella de por sí le cuesta muchísimo trabajo manejar el calor en cualquier latitud donde se encuentre. También le es difícil alejarse de su territorio, ya no digamos de su casa, de su cocina. A pesar de esto último, llegó a estar tan harta contempló la posibilidad de mudarse a Svalbard (el archipiélago del polo norte cuyo territorio es mitad ruso y mitad noruego), para gozar de un clima más fresco.

Menos mal que los calores más intensos duraron sólo una semana. Tras esa semana, disminuyeron notablemente las quejas, a excepción quizá de los problemas de sueño generados por el exceso de luz y agravados en esta ocasión por las noches calurosas. De cualquier modo, la gran mayoría de  los habitantes de  Noruega nos hemos dedicado a disfrutar del sol, del calor, de los días de pesca, de las parrilladas y del "utepills".



Yo por mi parte declaro que este ha sido sin duda el mejor verano de los cuatro que me han tocado vivir en este lado del mundo. Y como si esto fuera poco, el buen clima continuará hasta mediados de octubre, claro con un poquito más de viento y lluvia, pero ¡qué maravilla!



Si quieren practicar su noruego, pueden leer una de las notas del Trønderavisa dedicadas al "Supersommer":

Rekordsalg av iskrem og drikkevarer (Récord de ventas de helados y bebidas)

15 de agosto de 2014 










La entrega de los Premios Nobel




Parte de mi proceso de adaptación ha incluido la creación de nuevos hábitos y rituales. Uno de los rituales que tengo ahora es el de ver en vivo y en directo el anuncio de los galardonados con el Premio Nobel. Puesto que soy una humanista, los galardones que más despiertan mi interés son el de literatura y el súper polémico Nobel de la Paz.

Cuando vivía en el DF no tenía tan presente este acontecimiento, simplemente en algún momento del devenir de mi día a día me enteraba de quién o quiénes eran los galardonados. Pero ahora vivo aquí, en la merititita península Escandinava, esa tierra situada muy al norte del planeta y de la que, honestamente, muy pocas veces están al tanto quienes viven más al sur o en otros continentes. 

Durante la semana del anuncio de los Premios Nobel, en cambio, la mirada del mundo se vuelve atenta hacia estas lejanas tierras. La Academia Sueca y el Comité Noruego son la cede del gran evento anual.

Además, la semana de los Premios Nobel suele coincidir con las vacaciones de la papa en Trøndelag, así que puedo darme el lujo que "presenciar" el momento justo en que se anuncia a los galardonados, y eso hago.




Este año fue muy especial. Me conmovió particularmente el anuncio del Nobel de Fisiología y Medicina. No porque dos de los tres galardonados sean noruegos y el vivir en Noruega me haga sentir en cierto modo parte de la celebración. Lo que me conmovió es que son un matrimonio. May-Britt Moser y Edvard Moser forman una pareja comprometida en lo personal y en lo profesional.

Es realmente un evento inusual, pues sólo cuatro parejas han obtenido juntos el galardón. Me llegó al alma, no sólo por su carácter excepcional, ni porque soy una romántica perdida, sino porque no hace mucho que terminé el maravilloso libro La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero, un libro en torno al diario que Marie Curie escribió a la muerte de Pierre.

En mi opinión, el libro es muy bueno. Cuando leí las críticas, casi todas ellas centradas en el uso que hace Rosa Montero de los "hashtags", empecé el libro con cierto escepticismo, esperaba que en algún momento mi interés decayera o, como se quejaban algunos de los "críticos", los "hashtags" me perdieran, pero no. Considero que Montero amalgamó magistralmente su propia  reflexión sobre la pérdida y su trabajo de investigación sobre la vida de Marie Curie con el diaro de la científica.

La reconstrucción que hace Montero sobre la fascinación de Marie y Pierre ante el descubrimiento del radio, se quedó tan fuertemente aferrada a mi mente que cuando en la televisión noruega ilustraron la noticia del premio con imágenes de Edvard y May-Britt en el laboratorio con sus asépticas cofias, felices, acariciando y besando a los pequeños ratoncitos de su laboratorio; señalando las imágenes en la computadora y diciendo que son "tan hermosas" y que su sonido es increíble y se parece "al maíz reventando en palomitas",no pude dejar de pensar en Marie y Pierre "embrujados, atrapados por el hechizo del fulgor verdiazul" (Montero, p.65)




Amor, amor "everywhere" es lo que yo vi en este primer anuncio de los Premios Nobel, una pareja que se ama, una pareja que ama la ciencia, una pareja que ama su trabajo, a su equipo de trabajo, todo lo que rodea su trabajo. Una pareja que agredece y admira a John O'keefe, también galardonado, el hombre que dio el primer paso en esa área y del que aprendieron tanto. Me pareció que no había "presenciado" mejor premiación en mi vida.

Los siguientes días, se nombraron los premios de física, química, ambos envueltos en cierta polémica mediática, tendría que conocer más sobre los alcances científicos para juzgar, pero por las preguntas que los reporteros hacían a los representantes de la Academia Sueca, me pareció que no les habían impresionado tanto ni la luz azul ni el súper microscopio.


El día del anuncio del Premio Nobel de Literatura, mi favorito, al fin llegó. Hay algo que siempre me hace ruído, entiendo por supuesto que todos desearíamos que el galardonado fuera un autor que conocemos y que reconocemos como excepcional, pero me parece injusto cómo constantemente se descalifica al galardonado por ser poco conocido. Creo que no nos haría mal recordar que este premio busca literatura trascendente, no es un premio ni de ventas ni de popularidad. El galardonado fue el francés Patrick Modiano, a quien no he tenido el placer de leer, pero que sin duda leeré.


Al terminar la semana, llegó el más polémico de todos los premios. El premio que me ha hecho enojarme con el Comité Noruego en incontables ocasiones. Este año, recibieron el premio el hindú Kailas Satyarthy y la pakistaní Malala Yousafzay, a mí me pareció muy merecido. La causa por la que ellos luchan, el derecho a la educación, no sólo me llega profundamente, sino que, como docente, me compete, es mi propia causa. Sin embargo, como ningún premio puede darle gusto a todos, no faltó quien dijera que otorgarle el premio a Malala es confirmar que el Nobel de la Paz se ha convertido en un premio de popularidad y que ella no es una luchadora social, sino una niña con suerte.

El lunes 13 de octubre tocó el turno al Nobel de Economía, ese anuncio ya no lo presencié, pues las vacaciones de la papa no duran para siempre. Sin embargo, les cuanto por si no están enterados que el Premio Nobel de Economía fue otorgado al francés Jean Tirole.

Me quedo sin duda con la imagen de los Moser. Me quedo con su fascinación por su objeto de estudio. Me quedo con su humildad, con su gratitud. Me quedo con la idea, romántica claro, de que el amor fluye en diferentes niveles, que hace sentir su fuerza y su presencia constantemente, hasta en "la fría" ciencia.

Imágenes tomadas de la página de FB: "Nobelprize.org", https://www.facebook.com/Nobelprize.org?fref=ts, 01,11.2014.

Foto de May-Britt y Edvard Moser; Stein Jarle Olsen, TU Bygg,  http://www.tu.no/industri/2014/10/06/ekteparet-moser-far-nobelprisen-i-medisin, 01.11.2014.